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Razón social de las empresas. ¿Qué es y cuál es su función?

La razón social o denominación social, es un elemento indispensable para el funcionamiento de las empresas, pues define la identidad legal de cualquier organización. El término cobra relevancia tanto para grandes empresas como para pequeños autónomos, pues debe estar presente en todos los documentos legales y contractuales durante el desarrollo de la actividad. 

¿Qué es la razón social?

La razón social es la identidad legal de la empresa, y lo identifica como persona jurídica ante las autoridades de forma única. En España, es necesaria para la creación y funcionamiento de cualquier negocio, pues es con este nombre con el que la empresa se inscribe en el Registro Mercantil. Una vez en posesión de una razón social la empresa puede operar legalmente en el mercado, celebrar contratos, emitir facturas, y realizar trámites fiscales y legales.

Objeto y finalidad de la razón social

Objeto y finalidad de la razón social 

El propósito de la razón social dentro de la estructura legal de una empresa, es el de actuar bajo un nombre oficial ante las autoridades y terceros. Al dotar a la empresa de una identidad jurídica única, le permite llevar a cabo actividades comerciales de forma legítima.

Otra función importante de la razón social es garantizar la transparencia en las relaciones comerciales. Al ser un nombre único y registrado, permite a otras empresas y clientes identificar claramente con quién están estableciendo relaciones contractuales. También facilita el cumplimiento de obligaciones fiscales, como la presentación de impuestos y la llevanza de la contabilidad. Así, la empresa actúa como un ente jurídico independiente de sus propietarios o accionistas, delimitando la responsabilidad de cada parte involucrada, especialmente en sociedades limitadas o anónimas.

Responsabilidad personal en la denominación social 

La razón social o denominación social de una empresa establece una barrera clara entre la entidad jurídica y las personas físicas que la componen, pero la naturaleza de esta separación varía según el tipo de sociedad y la estructura legal. En sociedades como la Sociedad Limitada (SL) o la Sociedad Anónima (SA), la responsabilidad personal de los socios está limitada al capital aportado. 

Esto significa que, en caso de deudas o problemas legales, el patrimonio personal de los propietarios no se verá afectado, solo el capital de la empresa. Sin duda, una gran ventaja para los emprendedores, ya que protege sus bienes personales de posibles riesgos empresariales.

Pero en otros tipos de estructura, como el caso de los autónomos o las Sociedades Colectivas, la razón social puede coincidir con el nombre del titular, lo que implica que la responsabilidad es ilimitada. Entonces, si la empresa contrae deudas o enfrenta problemas legales, el empresario responderá con su patrimonio personal. 

La clave legal detrás de cada factura

Obligatoriamente, la razón social debe aparecer en cualquier factura emitida por una empresa, para garantizar que las transacciones comerciales se realicen bajo un marco legal claro. 

Una factura que no incluya correctamente la razón social puede ser rechazada por la Agencia Tributaria, lo que podría acarrear problemas legales o fiscales tanto para el emisor como para el receptor. La omisión de la razón social también puede invalidar el derecho a deducciones de IVA, puesto que los impuestos sobre las transacciones requieren que todas las partes involucradas estén debidamente identificadas.

Y ojo, no es lo mismo usar el nombre comercial en las facturas que la razón social, ya que el primero puede ser más reconocible por los clientes, pero no tiene validez legal sin el respaldo del nombre registrado legalmente.

Diferencia entre razón social y nombre comercial

Diferencia entre razón social y nombre comercial

Aunque ambos conceptos son importantes en la identidad de una empresa, la razón social y el nombre comercial son conceptos distintos

  • Razón social: Es el nombre oficial y legal que una empresa utiliza para registrarse en el Registro Mercantil. También con el que opera ante la Administración Pública y las autoridades fiscales. Es el nombre que aparece en documentos legales como contratos, facturas y nóminas, y está directamente vinculada con la estructura legal de la empresa, como una Sociedad Limitada (SL) o una Sociedad Anónima (SA).
  • Nombre comercial. Es el nombre bajo el cual una empresa se presenta al público. Generalmente es el nombre que los clientes conocen y asocian con la marca, los productos o los servicios que la empresa ofrece. A diferencia de la razón social, el nombre comercial no necesita ser único en el ámbito mercantil y puede coincidir con otros nombres. Eso sí, siempre que no haya infracción de marcas registradas.

Por ejemplo, una empresa puede tener una razón social registrada como “Restauraciones Mediterráneas SL”, pero operar de cara al público bajo el nombre comercial de “Bistró Mediterráneo”. A nivel legal y fiscal, la razón social es lo que tiene peso, mientras que el nombre comercial sirve principalmente para propósitos de marketing y branding.

Diferencia entre razón social y denominación social

Ambos nombres son importantes en el ámbito jurídico y mercantil en España, pues deben figurar en todos los documentos legales y fiscales, como facturas, contratos y nóminas. pero no son lo mismo:

  • La razón social es el nombre oficial y registrado de una empresa, que se utiliza principalmente para identificar a sociedades como cooperativas o empresas individuales.
  • La denominación social es el término que se refiere específicamente al nombre legal de empresas con un carácter mercantil, como las Sociedades Anónimas (S.A.) o Sociedades Limitadas (S.L.).

La principal diferencia radica en la forma de constitución de la empresa y la naturaleza de su nombre. Mientras la razón social está más vinculada a la actividad del negocio y puede reflejar el tipo de entidad, la denominación social tiende a ser un nombre más amplio y arbitrario, sin necesidad de que guarde relación directa con la actividad.

Cómo inscribir la razón social y denominar un negocio legalmente

Cómo inscribir la razón social y denominar un negocio legalmente

Para solicitar la razón social de una empresa en España, el primer paso es realizar una consulta en el Registro Mercantil Central (RMC) para comprobar que el nombre elegido no esté ya registrado. Este paso es obligatorio, ya que la razón social debe ser única y no puede coincidir con ninguna otra empresa ya existente en el ámbito mercantil.

Para iniciar la solicitud se debe seguir el siguiente proceso:

  1. Presentar el formulario específico disponible en el sitio web del RMC, donde se proponen hasta tres posibles nombres por orden de preferencia. Es recomendable elegir nombres que sean originales y distintivos, ya que esto aumentará las posibilidades de que sean aceptados. 
  2. Tras enviar la solicitud, el RMC realiza una búsqueda en su base de datos para verificar la disponibilidad de los nombres propuestos.
  3. Si uno de los nombres propuestos es aceptado, el solicitante recibirá un certificado de reserva de denominación social, que tiene una validez de seis meses. Durante este período, la empresa debe proceder con los trámites de constitución legal, como la elaboración de los estatutos y la firma ante notario.

En caso de que ninguno de los nombres propuestos sea válido, el solicitante deberá iniciar el proceso nuevamente, proponiendo nuevas opciones.

Además del Registro Mercantil, las empresas que deseen proteger su marca deben considerar registrar el nombre comercial en la Oficina Española de Patentes y Marcas (OEPM). Esta acción ofrece una protección adicional frente a terceros que intenten usar nombres similares.

Consejos para darle una identidad única a una empresa

Es importante tomar el tiempo necesario antes de elegir una razón social adecuada para la creación de una empresa, ya que definirá su identidad legal y la forma en que será percibida por clientes, proveedores y autoridades. 

Algunas sugerencias pueden ayudarte a simplificar esta tarea:

  • Identidad única: El nombre elegido debe ser irrepetible y claramente diferenciado de los que ya existen en el Registro Mercantil. Puedes realizar una búsqueda preliminar para evitar problemas de registro.
  • Relevancia con la actividad empresarial: El nombre debe reflejar, en la medida de lo posible, el sector o la actividad principal de la empresa. Aunque no es obligatorio, ayuda a dar una imagen clara desde el primer momento.
  • Facilidad de pronunciar y recordar: Un nombre sencillo y fácil de recordar es más probable que sea efectivo a nivel comercial. También debe ser fácil de pronunciar y escribir, especialmente si se prevé una expansión internacional.
  • Considera la longevidad: Piensa a largo plazo. Elige una razón social que pueda acompañar a la empresa en su crecimiento, sin necesidad de cambiarla en el futuro.

Conclusión

Más que un simple formalismo, podemos decir que la denominación social o razón social es el ADN legal de una empresa. Desde el momento en que se elige y registra, define su identidad ante el Registro Mercantil y las autoridades fiscales, pero también su capacidad de interactuar formalmente con el mundo exterior. Una razón social respetable es un reflejo de profesionalidad y visión a largo plazo, que protege tanto a la empresa como a sus socios. Se trata de cumplir con la normativa, pero también de construir una base segura para el crecimiento y éxito empresarial. Además la razón social permite delimitar responsabilidades, resguardando el patrimonio personal de los socios en ciertos tipos de sociedades, asegurando la protección ante posibles complicaciones legales, y otorgando a la empresa una autonomía que refuerza su seriedad en el mercado.

PREGUNTAS FRECUENTES

Sí, la razón social es obligatoria para cualquier empresa. Ten en cuenta que es el nombre legal con el que se inscribe en el Registro Mercantil y opera ante las autoridades fiscales y legales.

La denominación social debe ser un nombre único, que no coincida con otros registrados, y debe cumplir con las normativas del Registro Mercantil.

Sí, pero requiere un proceso formal de modificación ante el Registro Mercantil, y suele implicar también cambios en los estatutos de la empresa.

Es recomendable elegir un nombre que refleje la actividad de la empresa, que sea único, fácil de recordar y que proyecte profesionalidad. También es importante asegurarse de que esté disponible en el Registro Mercantil y, si es posible, registrarlo como marca para proteger su uso comercial.

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